lunes, 15 de diciembre de 2008

My blueberry nights


CAROLINA CAMBRILS./ Madrid

Elisabeth (Norah Jones) vive un asfixiante desengaño amoroso que la encaminará hacia otras gentes y nuevas experiencias. Un día la joven descubre que su novio suele cenar en un café con otra mujer. Elisabeth, furiosa, decide abandonarlo. Le deja las llaves del apartamento que ambos compartían al chico que regenta el café, Jeremy (Jude Law), para que su exnovio las recoja. A partir de ese momento, la joven frcuentará el local, coincidiendo e intimando cada vez con el apuesto gerente.

Elisabeth, desalentada, no encuentra la forma de superar el golpe recibido. Por ese motivo decide marcharse de Nueva York durante una larga temporada y emprender un largo viaje por toda América. Es, para ella, la única forma de dejar atrás una vida de recuerdos. En su viaje a través del país, Elisabeth entabla amistad con otros cuyos anhelos y sufrimientos son mayores que los suyos. Entre ellos se encuentran David (un atormentado policía) y su mujer (Rachel), y una jugadora compulsiva con una cuenta que saldar (Natalie Portman).

A través de estas personas, Elisabeth descubre los verdaderos límites del vacío y la soledad. Comprende que el viaje que ha decidido emprender es también un viaje hacia su interior que la conducirá a descubrirse a sí misma.

De vuelta a Nueva York, las cosas han cambiado o, al menos, su forma de verlas. El dolor y la decepción se transforman en nuevas ilusiones cuyo hilo conductor será Jeremy, quien compartirá algo más que un café ocasional con la joven.

Puedes comprar tus entradas AQUÍ




Ficha técnica
Dirección: Wong Kar-Wai
País: Hong Kong, China y Francia
Año: 2007
Duración: 111 min
Género: Drama
Interpretación: Norah Jones (Elizabeth), Jude Law (Jeremy), David Strathairn (Arnie), Rachel Weisz (Sue Lynne), Natalie Portman (Leslie), Chan Marshall (Katjia)
Guión: Wong Kar-Wai y Lawrence Block; basado en un argumento de Wong Kar-Wai.
Producción: Wong Kar-Wai y Jacky Pang Yee Wah.
Música: Ry Cooder.

Los 39 escalones


CAROLINA CAMBRILS./ Madrid

“Los 39 escalones” es una ocurrente adaptación teatral que, en forma de parodia, evoca la famosa película de Hitchcock. Bajo la dirección de Eduardo Bazo, Gabino Diego y Patricia Conde intercambian el suspense y la intriga por los más agudos toques de humor. Ambos protagonizan la historia de un hombre que es acusado de un asesinato que no ha cometido. Las casualidades se van sucediendo y las circunstancias complicando de tal forma que los dos acaban burlando juntos a la justicia en una huída frenética y disparatada. Jorge de Juan y Diego Molero, interpretando un sinfín de papeles, acaban de poner la guinda a este pastel del humor.

Los pocos recursos escénicos con los que cuenta esta obra sea quizás el punto más original de la misma. La improvisación del mobiliario y cómo resuelven los actores tal carencia, pone al auditorio al borde de un ataque de risa. Se trata de una hora y media de oda al chiste y al humor.

'Los 39 escalones' se representa en el Teatro Maravillas de Madrid. Hasta el 18 de Enero. Puedes
comprar tu entrada aquí.

Ficha técnica
Director: Eduardo Bazo
Género: Comedia
Autor: John Buchan's y Alfred Hitchcock
Intérpretes: Gabino Diego,Jorge de Juan,Diego Molero y Patricia Conde


miércoles, 3 de diciembre de 2008

Bella, pasión por la vida


Con un buen puñado de premios y la aceptación del público norteamericano que la llevó a encabezar el ranking de taquilla, “Bella” es un bello poema de amor a una mujer y a la vida en general. Su mirada está llena de luz y sentido positivo, y desde el inicio apuesta sin ambages por la persona como lo único importante y por la humanidad en las relaciones como cauce para lograr la felicidad buscada. Estamos ante una nueva road movie de dos seres con un pasado nada fácil, que han luchado por sobrevivir a la desgracia y que aún buscan su lugar en el mundo. En este sentido, Alejandro Monteverde tiene claro que debe estructurar la película de manera precisa entre el tiempo presente y el pretérito, esconder la herida de sus protagonistas y dosificar la información de la historia. Aunque no se apoye en el suspense ni en giros-trampa de guión, juega hábilmente la baza del sentimiento y alterna momentos de mucha emoción con otros de tono más dramático en su empeño por ganarse al espectador.

“Bella” no esconde sus cartas y por eso no duda en recurrir a abundantes primeros planos de José y de Nina en busca de su dolor profundo y de sus sueños rotos: la pasión por el fútbol o por el amor esquivo y el temor ante la fragilidad de la vida son las notas de esta pareja llamada a luchar en la soledad de su intimidad. En uno y otro, sus ojos reflejan tensión contenida y una pena largamente amortiguada, pero también la chispa de un hálito de vida que aún no se ha extinguido. José es un hombre sensible, bueno y acogedor, que volvió a nacer cuando abandonó el fútbol profesional –el soccer– para recluirse en la cocina del restaurante mexicano que su hermano Manny tiene en Nueva York. Desde entonces, vive en un silencio sereno y pacífico, centrado en ayudar a sus amigos y en reparar el daño causado. Nina es la joven camarera que es despedida del restaurante, justo cuando se entera de que está embarazada. Entre los dos nace un sentimiento de sintonía y acompañamiento que les empuja hasta la casa de los padres de José, a la orilla de un mar que se convierte en metáfora de la deseada libertad interior en contraposición a la cocina (aunque hay otros elementos con valor simbólico en la cinta, como la caracola, la cometa o la cazuela).

Sin duda, Monteverde quiere hacer un cine que llegue al espectador y que le mueva a mirar las dificultades como una manera de crecer y también de creer en la familia y en el amor. Por eso, incide en la necesidad de ganar en interioridad, en comprender y en confiar en la persona por encima de su rendimiento laboral u otras circunstancias –espléndida escena de disputa entre José y su hermano en la cocina, paradigma de justicia social–. Es también un canto a la vida y a la generosidad como forma de encontrar la paz con uno mismo, con unas bellas imágenes que abren y cierran la cinta de modo circular, y donde las heridas causadas al privar a una madre de su hij@ –son tres las madres afectadas– se alzan como leitmotiv de la historia.